Mi perro tiene lapsos en que la energía no le cabe en su cuerpecito (puerco-cito) y se transforma en un tornado con pelos.
Corre alrededor de la casa a toda velocidad por cierto tiempo, se para en seco y muerde muñecos, plantas, follaje hasta que...empieza a dar vueltas otra vez. Se detiene y, con la lengua de fuera,se recuesta y echa a dormir un rato.
Lo que no me gusta es que ha (mal)aprendido a morder zapatos, pantalones y lo que se encuentre cuando le permitimos entrar a la casa (con esto del clima es un crímen no dejarle disfrutar de un poco de clima artificial).
Por más que le señalo que jugar con la ropa no es correcto, el muy ladino solo atina a hacer lo que mejor le sale: mover la cola y sacar la lengua.
Creo que lo entiendo, que siempre ha sido y será lo que la naturaleza le ha impuesto: ser un hijo de perra.
Alexxandra