30.Mar.03
HIPERMEABLES

Esos días nublados son medicina para el alma, enferma de esos otros en que el sol te deja más quemado que los Amigos de Fox (digo, si todavía tiene amigos). La amenaza de lluvia se convierte en regalo y todo huele a tierra mojada y a juegos de la infancia. Si no lo tienes inventas un compromiso para salir a la calle y empaparte de gotas frescas, verdadera fuente de la juventud.

Pero no todo es felicidad. Siempre existe la mamá que te dice – decreta- que DEBES llevar algo para cubrirte de la lluvia. El problema es la aplicación de aquella dinámica (así le dicen los profesores al pretexto para no dar clase) del teléfono descompuesto. Mamá le dice a la empleada doméstica (asistente del hogar, dicen las del gremio) que me comunique que debo cargar con mi impermeable. La emisario llega corriendo hasta la puerta y grita a todo pulmón:

"Niña, que se lleve su ‘ipermeable’ "

Antes de que piense que no la he escuchado y repita la frase, voy hasta la entrada y recojo el impermeable que ella tiene en la mano. Subo al coche, lo aviento en el asiento de al lado y me largo.

El impermeable gotea y aún no comienza la lluvia. Huele raro. Me doy cuenta que no ha sido buena idea permitirle al perro entrar en la casa.

Tiene razón Lupita. Esta prenda es hipermeable.

Alexxandra