27.Mar.03 FLATRIX
Ni al más escatológico de los directores y/o guionistas joligüdenses se les hubiera ocurrido llevarlo a la pantalla. Tenía que ser el primo de Alexxandra (Alejandra, pero por cuestiones de marketing se ha emperrado en deformar su nombre) el que lo hizo realidad.
No fue precisamente el alma de la fiesta; de hecho ni siquiera se trataba de una fiesta, solo una de esas reuniones que Laura Menopaussinni organiza al día siguiente en que empezó su periodo para no sentirse sola y deprimida (no necesariamente en ese orden).
Imaginemos el entorno: la tevé al centro y, en un medio circulo, el sofá, lovsit y cojines en el suelo donde los presentes aguardábamos la llegada de Alexxandra y su primo con la cinta que rentarían en el videoclub. La mayoría aplaudió cuando entraron a la habitación (yo no y alguien sugirió que estoy amargado mientras un servidor le sugería chingara a su madre); Alexxandra se acomoda en el cojín de la orilla y su primo en el sofá del centro. Ella le sugiere (le ordena) con la mirada que inserte la cinta en la VCR; él aspira hondo y se levanta. Fue entonces que sucedió.
Como si se tratara de una escena perdida de Matrix, el primo de Alexxandra soltó un estruéndoso, oloroso y asqueroso flato que todos vimos desde distintos ángulos. Hay quien afirma haber percibido la burbuja de aire non grato estrellarse en el pantalón del autor de la obra, pero no ha ofrecido pruebas consistentes como para considerar cierta esa información.
Después del trueno el silencio. Paz total a pesar del tufo. El primo se ha largado sin decir palabra y todos, a excpeción de la Menopaussinni que estaba vomitando en el retrete , soltamos una carcajada que no era otra cosa sino el desfogue de la tensión del momento.
Alexxandra, que presume ser poeta en potencia, ha dicho que ahora su primo es como el pedo: irrumpe y desaparece para siempre.
El Sugus.
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